¿Cómo enfrentar las clases online? ¿Cómo apoyar en lo académico a nuestros hijos? ¿Dónde buscar actividades sino cuento con internet? ¿Sera mejor perder el año? Mucha de estas preguntas han surgido estas últimas semanas debido a esta pandemia sanitaria. Ya son casi tres meses que nuestros estudiantes se encuentran con clases remotas. Algunas comunidades escolares han bombardeado de tareas tanto a sus docentes como a sus estudiantes saturándolos de actividades, siendo muchas de ellas, no significativas para el proceso educativo. Esto ha generado en la mayoría de los casos, cuadros de ansiedad, depresión, crisis de pánico, desmotivación y aumento de la deserción escolar.
Aunque el Ministerio de Educación ha buscado estrategias pedagógicas como, por ejemplo: La nueva priorización curricular, “Aprendo en línea” “Bartolo” software que funciona en computadores sin internet. Pero el covid19 nos ha reflejado la gran brecha digital existente donde muchas zonas incluso, no rurales, no cuentan con internet o a su vez la falta de computadores por hogar hace imposible la conectividad de todos los estudiantes. Es importante destacar también quedo al descubierto el analfabetismo digital que poseen los estudiantes. Muy habilidosos en redes sociales, pero incapaces de poder realizar un ensayo, enviar un correo o utilizar una planilla Excel.
¿Qué hacer ante tan adverso escenario? No hay formula pedagógica, estamos viviendo un nuevo paradigma en educación. En donde es clave poder generar primero que todo una contención emocional a nivel familiar y después cubrir las cinco condiciones básicas señaladas por el Psicólogo Abraham Maslow
Maslow, psicólogo fundador de la psicología humanista, una corriente psicológica que postula la búsqueda de autoactualización y autorrealización por medio de la pirámide de las necesidades, modelo que plantea una jerarquía de las necesidades humanas. Maslow dice que las primeras necesidades que debe cubrir el ser humano son las fisiológicas. (dormir, alimentarse, respiración). Aunque suena básico, esto es bastante difícil en medio de la gran crisis económicas en la que nos encontramos viviendo. ¿Se están alimentando bien nuestros estudiantes? ¿Cuántos litros de agua consumen al día? Están consumiendo vitamina D factor clave que contribuye con el estado depresivo. El queso y la yema de huevo contienen dicho nutriente. No debemos olvidar que muchos jóvenes, su comida diaria solo consistía en lo que les entregaba JUNAEB ¿Que hacen esos jóvenes ahora? En relación con el descanso ¿Cuantas horas duermen? Lo recomendable son 08 hrs de descanso, pero estas semanas, quizás hemos observado que muchos jóvenes se quedan hasta altas horas de la noche en sus celulares o en el computador, No durmiendo lo suficiente para oxigenar el cuerpo.
A su vez es importante visualizar ¿cuántas horas dentro del día se encuentran conectados nuestros jóvenes al celular, TV o cualquier otro medio digital? Es curioso debemos desconectarnos para conectarnos con nosotros mismos y así descansar nuestra alma.
Considerando que ya están cubiertas las necesidades concretas de alimentación. Tenemos que ser capaces de crear un ambiente de trabajo en el hogar (Un espacio de trabajo, no en la cama) un lugar, agradable en el que todo sea una fuente de inspiración y aprendizaje.
Cuando las necesidades fisiológicas están cubiertas, en segundo lugar, encontramos el factor de la Seguridad. Es fundamental generar una buena cultura de convivencia dentro de cada hogar satisfacer esa necesidad de seguridad que tanto ayudará a que los alumnos no estar preocupados por problemas de convivencia familiar y económica y con ello reforzar su autoestima.
En este punto es clave el rol de la Dupla Psicosocial de los establecimientos educacionales, poder monitorear ¿Cuantos apoderados han perdido su trabajo? ¿Cuántas mamas son víctimas de violencia intrafamiliar? ¿Se visualizar futuros alcoholismos y abusos de menores por condiciones del mismo encierro? No debemos olvidar que muchos jóvenes el único espacio de seguridad y confort era su escuela. ¿Qué respuesta le estamos ofreciendo hoy a estos jóvenes?
En tercer lugar, encontramos el Factor de afiliación (Amistad, Afectos) en este punto es clave la motivación. Es difícil aprender, si no le encuentro un sentido significativo a lo que estudio. hay que destacar por último la sensación de pertenencia a un grupo (amistad, deportes, video juegos, etc.) Para asegurar un aprendizaje colaborativo y a su vez un intercambio de emociones. también debemos asegurarnos de que nuestros estudiantes se sientan parte de su grupo cuanto más identificados con su comunidad escolar, mayor motivación.
En cuarto lugar, se ubica el Factor de reconocimiento ¿Cuentas veces en la semana felicitamos a nuestros hijos? ¿Cuántas veces los apoderados son citados al establecimiento para ser felicitados por los logros de sus hijos o son solo convocados para infórmale cuando hay mala conducta? los reconocimientos tienen que ser públicos y privados. El reconocimiento es una inyección de motivación y reforzamiento de la autoestima. No importa el valor de los trofeos o galvanos, sino que, una cara sonriente o un buen trabajo. Es el mejor regalo que le podemos entregar a nuestros estudiantes. Refuerza positivamente a diario y verás como aprenden mejor. No es adularlos, sino que es darles confianza y reconocer su esfuerzo, su trabajo, su constancia. En este encierro de cuarentena ¿Cuantos minutos les dedicó a mis hijos? Una cosa es estar en la casa todo el día, pero otras es interactuar con ellos. A veces solo 20 minutos puedes ser muy significativos. No importa la cantidad sino la calidad.
Por último, encontramos el factor de autorrealización, Maslow señala que en la cima de la pirámide está la necesidad de autorrealizarse (creatividad, resolución de problemas, crear). El máximo nivel de desarrollo personal y sólo se puede acceder, si las otras necesidades están cubiertas.
La auto realización es un proceso largo, en la adolescencia, ciclo vital que los jóvenes se encuentran formando su identidad, la escuela en conjunto con los padres deben potenciar su creatividad a través del arte, el deporte, motivarlos a escribir sus sentimientos.
Estoy convencido que la clave de esta educación remota no sólo debe transmitir contenidos y saturar de materias a nuestros alumnos. Si logramos realizar la aceptación de uno mismo, el humor, la crítica constructiva, la creatividad. Obtendremos jóvenes autorrealizados y felices. Es imprescindible que las actividades para el hogar tengan esas dosis de lo señalado. Muchas veces nos preocupamos por la poca capacidad de reflexión de nuestro estudiantes.
El era digital llego para quedarse en educación fue entrando en nuestras vidas tan decidida y valerosamente que ni nos dimos cuenta. Por estos días no somos capaces de imaginar nuestras vidas sin un smartphone con unas cuantas decenas de aplicaciones, todas «indispensables».
Hemos cambiado la experiencia de ahorrar las últimas fotos del rollo por tener miles de fotografías en la memoria del celular, muchas de las cuales jamás vemos más de una vez porque no tenemos tiempo por estar ocupados revisando las actualizaciones de nuestros amigos virtuales de Facebook, Instagram y Twitter. Escribiendo algo interesante en Linkedin, encontrando el mejor descuento en Amazon o subiendo una historia en Snapchat (que es mucho más cool porque nos obliga a revisar más veces la pantalla porque el contenido caduca y no queremos perdernos nada de lo que pasa con nuestros amigos). Hemos cambiado la experiencia de sentir el sudor en las palmas de las manos al ver la persona que nos gusta por el «desliza a la derecha» de Tinder.
El mundo digital fue entrando en nuestras vidas tan decidida y valerosamente que ni nos dimos cuenta. Por estos días no somos capaces de imaginar nuestras vidas sin un smartphone con unas cuantas decenas de aplicaciones, todas «indispensables».
Hemos cambiado la experiencia de ahorrar las últimas fotos del rollo por tener miles de fotografías en la memoria del celular, muchas de las cuales jamás vemos más de una vez porque no tenemos tiempo por estar ocupados revisando las actualizaciones de nuestros amigos virtuales de Facebook, Instagram y Twitter. Escribiendo algo interesante en Linkedin, encontrando el mejor descuento en Amazon o subiendo una historia en Snapchat (que es mucho más cool porque nos obliga a revisar más veces la pantalla porque el contenido caduca y no queremos perdernos nada de lo que pasa con nuestros amigos). Hemos cambiado la experiencia de sentir el sudor en las palmas de las manos al ver la persona que nos gusta por el «desliza a la derecha» de Tinder.
Uber sacó de taquito al «pídeme un taxi» y lo que era planear unas vacaciones durante 3 semanas mientras encontrábamos el mejor hotel se convirtió en «ordenar por puntaje» en Booking porque, las valoraciones son lo que cuentan. Y ni hablar de la televisión y los CD’s, que en paz descansen, porque Netflix, Youtube, Spotify y Apple Music tienen más videos, películas, series y música de lo que jamás podremos ver y escuchar en nuestras vidas. Ya no nos volveremos a perder cuando vamos de viaje tratando de entender un mapa, porque Waze y Google Maps nos llevan a cualquier lugar del mundo y nunca más tendremos que esperar en casa esa llamada del exterior a las 9 de la noche, porque con WhatsApp siempre estamos conectados.
Definitivamente la era digital ha venido a facilitarnos la vida y a cambiar totalmente la manera en la que nos relacionamos con el mundo. ¿Bueno o malo? No lo discutiremos en este artículo. Lo que si es cierto, es que la famosa pirámide de Maslow también ha sido invadida por el mundo digital.
Necesidades fisiológicas
La primera pregunta al entrar a un restaurante ya no es «¿Cuál es la especialidad?» o «¿Qué me recomienda?» sino «¿Hay WiFi?». La necesidad más básica se centra en la posibilidad de estar conectado. Para qué preguntar por la especialidad si Degusta o TripAdvisor tienen la mejor respuesta.
¿Hambre o sed? Cientos de plataformas para pedir domicilios. Airbnb satisface la necesidad de tener un techo en cualquier lugar. Muchísimas aplicaciones ayudan a regular el ciclo del sueño. Health de Apple tiene toda nuestra historia clínica y hasta podemos tener el pronóstico del tiempo para todos los lugares del mundo entre el bolsillo.
Necesidades de seguridad
Quién no se siente seguro al tener un celular con carga completa, un buen plan de datos, minutos ilimitados, la agenda de contactos, WhatsApp para comunicarse con cualquier persona en el planeta por chat, audio o video, un explorador de internet con Google que «lo sabe todo» y Waze o Google Maps por si acaso se pierde. Y si no terminó las compras, tranquilo, Amazon lo tiene todo.
Necesidades de afiliación
La aceptación social de la que tanto hablaba Maslow nunca podrá ser más evidente que en las redes sociales, las reinas indiscutibles de este nivel de la pirámide. Si uno no está conectado con algún amigo en Facebook definitivamente «esa amistad no es verdadera». En Twitter encontramos pertenencia a ciertos grupos de personas que piensan parecido a nosotros. En Snapchat dejamos que los que están atentos vean nuestra vida en tiempo real y con Tinder conseguimos pareja.
Necesidades de reconocimiento
Instagram se ha convertido en la amiga número uno del ego, donde cada like cuenta y un seguidor es oro. Mostramos la mejor cara incluso en los peores momentos, le damos al mundo la posibilidad de que nos reconozca por los exóticos viajes que hacemos, la exquisita dieta que llevamos o el escultural cuerpo que tenemos. Y si se trata de dejarle saber a todos lo exitosos que somos, nada mejor que un perfil All Star en Linkedin para que nuestros logros hablen por si solos.
Necesidades de autorrealización
Motivación de crecimiento, necesidad de ser, autorrealización. Un blog donde escribimos de nuestras pasiones y de lo que más sabemos o un nutrido tablero de Pinterest, nos puede convertir en influenciadores en nuestro campo y ni hablar del selecto Medium. Me hubiera encantado conocer los blogs y Pinterest de Einstein, la Madre Teresa de Calcuta y Picasso.
Toda esta historia por más excéntrica y hasta superficial que parezca hace parte de nuestra realidad. Muy pocos han logrado escapar a la avalancha digital y en unos años no habrá rastro de ellos. Este ecosistema online es un niño que hasta ahora gatea y nos presenta retos gigantescos, no solo en la manera de hacer negocios, marketing y comunicar nuestras marcas sino en la forma en que vivimos nuestras vidas. Soy amigo número uno de la tecnología y valoro los grandes avances en comunicaciones que estamos teniendo, pero también invito a mantener un balance bajo una perspectiva mucho más allá de lo online. El marketing online no es nada sin el marketing off y no hay manera de concebir uno separado del otro.
La semana pasada estuvimos conversando con relación a la Pirámide de necesidades que plantea el psicólogo Maslow y como poder articularla con las necesidades educativas en estos tiempos de pandemia sanitaria. Logramos observar que en la base de la pirámide estaba en primer lugar el factor fisiológico (buena alimentación, descanso) y en segundo lugar el factor de seguridad (ambiente protegido, violencia intrafamiliar)
En la columna de hoy nos corresponde mencionar el Factor de Afiliación (Amistad, Afectos) en este punto es clave la motivación. Es difícil aprender, si no le encuentro un sentido significativo a lo que estudio. hay que destacar por último la sensación de pertenencia a un grupo (amistad, deportes, video juegos, etc.) Para asegurar un aprendizaje colaborativo y a su vez un intercambio de emociones. también debemos asegurarnos de que nuestros estudiantes se sientan parte de su grupo, cuanto más identificados con su comunidad escolar, mayor motivación.
En cuarto lugar, se ubica el Factor de Reconocimiento ¿Cuentas veces en la semana felicitamos a nuestros hijos? ¿Cuántas veces los apoderados son citados al establecimiento para ser felicitados por los logros de sus hijos o son solo convocados para infórmale cuando hay mala conducta? los reconocimientos tienen que ser públicos y privados. El reconocimiento es una inyección de motivación y reforzamiento de la autoestima. No importa el valor de los trofeos o galvanos, sino que, una cara sonriente o un ¡buen trabajo! Es el mejor regalo que le podemos entregar a nuestros estudiantes. Reforzar positivamente a diario y verás cómo se aprende mejor. No hay que ser aduladores, sino que es entregar confianza y reconocer su esfuerzo, su trabajo, su constancia. En este encierro de cuarentena ¿Cuantos minutos les dedicó a mis hijos? Una cosa es estar en la casa todo el día, pero otras es interactuar con ellos. A veces solo 20 minutos puedes ser muy significativos. No importa la cantidad sino la calidad.
Por último, encontramos el factor de Autorrealización, Maslow señala que en la cima de la pirámide está la necesidad de autorrealizarse (creatividad, resolución de problemas y por sobre todo crear). El máximo nivel de desarrollo personal y sólo se puede acceder, si las otras necesidades antes mencionadas están cubiertas.
La auto realización es un proceso largo, en la adolescencia, ciclo vital que los jóvenes se encuentran formando su identidad, la escuela en conjunto con los padres deben potenciar su creatividad a través del arte, el deporte, motivarlos a escribir sus sentimientos. En estos tiempos de cuarentena poder realizar comentarios con compañeros de curso vía radio on line o los live de YouTube es una buena alternativa
Estoy convencido que la clave de esta educación remota no sólo debe transmitir contenidos y saturar de materias a nuestros alumnos. Si logramos conectarnos con las motivaciones e interés de ellos lograremos un aprendizaje significativo. Utilicemos el humor, la crítica constructiva, la creatividad. Así obtendremos jóvenes autorrealizados y felices. Es imprescindible que las actividades para el hogar tengan esas dosis de lo señalado. Muchas veces nos preocupamos por la poca capacidad de reflexión de nuestros estudiantes. ¿Pero les damos los espacios para expresarse?
Atrás quedaron nuestros tiempos cuando teníamos que cuidar las fotografías que tomábamos, debido que los rollos solo tenían hasta 36 fotos. Hoy podemos tener miles de fotografías en la memoria del celular, muchas de las cuales jamás vemos más de una vez porque no tenemos tiempo por estar ocupados
La era digital llego para quedarse en educación fue entrando en nuestras vidas tan enérgica que ni nos dimos cuenta. Por estos días, no somos capaces de imaginar nuestras vidas sin un celular o un computador con unas cuantas decenas de aplicaciones, todas «indispensables».
“Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo solo tendrá una generación de idiotas”. Albert Einstein
En las semanas anteriores conversamos sobre la relación de la Pirámide de necesidades que plantea el psicólogo Maslow y como poder articularla con las necesidades educativas en estos tiempos de pandemia sanitaria. Logramos observar que en la base de la pirámide estaba en primer lugar el factor fisiológico (buena alimentación, descanso) y en segundo lugar el factor de seguridad (ambiente protegido, violencia intrafamiliar) afiliación (amistades, sentirse parte de un grupo) Reconocimiento (autoestima) y por último en la cúspide de esta pirámide ubicamos la autorrealización (crear).
¿Pero como llevamos esta teoría a la práctica? ¿Cómo enfrentamos ese día a día en medio de esta pandemia sanitaria? ¿La era digital ha venido a facilitarnos la vida? ¿Bueno o malo? No lo discutiremos en esta columna. Lo que, si es cierto, es que la pirámide de Maslow (1943) también ha sido modernizada por el mundo digital.
En la base con las necesidades fisiológicas digitales, es clave el WiFi, comparable casi como el oxígeno. También es fundamental contar con un equipo tecnológico que tenga un sistema operativo actualizado (celular, Pc, Tablet) La necesidad más básica se centra en la posibilidad de estar conectado.
Necesidades de seguridad. Electricidad para poder cargar mis equipos electrónicos, me brindara seguridad al tener un celular con carga completa, un buen plan de datos y minutos ilimitados con ello y por medio del WhatsApp poder comunicarse con cualquiera de mis amistades o profesores vía chat, audio o video, también me brindara seguridad manejarme en el uso de aplicaciones como por ejemplo internet con San Google que «lo sabe todo” herramienta que me orienta en problemas de mi vida cotidiana. Hay aplicaciones para casa tipo de estudiante. ¿tengo insomnio? Health de Apple tiene orientaciones clínicas y hasta podemos tener el pronóstico del tiempo para todos los lugares del mundo en la palama de mi mano.
Necesidades de afiliación. La aceptación social nunca podrá ser más evidente que en las redes sociales, Protagonista indiscutible de este nivel de la pirámide. Si no estas en “Instagram”, No existes, Si uno no está conectado con sus amigos más cercano en Facebook, esa amistad al parecer, no están fuerte. En los grupos de Facebook y Twitter encontramos pertenencia a ciertos grupos de personas que piensan parecido a nosotros. y con Tinder conseguimos pareja o nuevas emociones.
Necesidades de reconocimiento. Instagram es el mejor aliado del ego, donde cada like cuenta y un seguidor es una gota que llena nuestro ser y nos libera serotonina. Mostramos nuestra mejor sonrisa incluso en los peores momentos, nos mostramos al mundo para que nos reconozcan por nuestros logros, viajes, bienes materiales. Los adultos seguimos el mismo patrón, por medio de un perfil en Linkedin para que nuestros laureles académicos, hablen por sí solos.
Necesidades de autorrealización. La motivación de crecimiento personal, necesidad de ser a través de la creación, autorrealización. Aquí los blogs donde escribimos de nuestras pasiones y talentos. Programas de diseño y realización de videos por YouTube son una herramienta indispensable para el desarrollo humano.
El año pasado desde el mundo educacional surgía la interrogante ¿Los smartphone o celulares inteligentes se deben llevar a la escuela? Hoy en plena crisis sanitaria, podemos responder que Si, La revolución digital llego para quedarse y somos nosotros quienes debemos adaptarnos a ella.
Soy amigo de las nuevas tecnologías y valoro los grandes avances en Tecnologías de la información en el mundo educativo que estamos teniendo, pero también es clave que en las futuras políticas públicas, se consideren las brechas en educación que esta Pandemia sanitaria a dejado al descubierto. Al igual que las necesidades básicas como respirar y comer en educación son necesidades básicas que todos los estudiantes del sistema educativo puedan contar con WiFi y con un buen computador, esto es el motor de partida, si queremos trabajar en la reducción de la brecha de las desiguales sociales.
“Hoy en muchas partes se reclama mayor seguridad. Pero hasta que se reviertan la exclusión y la inequidad dentro de una sociedad y entre los distintos pueblos, será imposible erradicar la violencia. Se acusa de la violencia a los pobres y a los pueblos pobres, pero, sin igualdad de oportunidades, las diversas formas de agresión y de guerra encontrarán un caldo de cultivo que tarde o temprano provocará su explosión.” PAPA FRANCISCO
Ph.D (c) Miguel Angel Rojas Pizarro.
Psicólogo
Profesor Historia y Geografía
@marojas007